martes, 23 de junio de 2015

Cómo dejar la medicación









He oído cientos de veces una expresión que, al menos en parte, suscribo: "Doctor, yo es que soy antipastillas". Y digo que lo suscribo porque de entrada, y en un mundo ideal, tendríamos que poder arreglar los dolores del alma de un modo natural

Pero soy realista, y la realidad también lo es, y una y otra vez nos recuerda que, dejando la medicación "a lo loco", a menudo se entra en espirales de reaparición de daño psíquico, o de urgencias, o de ingresos involuntarios...

Entiendo que la medicación es un complemento artificial que, como la ropa, las gafas de sol, los zapatos, los antihistamínicos, etc... a veces no tenemos más remedio que utilizar para que el mundo no hiera nuestra sensibilidad. Y que dicho complemento, en ocasiones, deja de ser necesario, y puede venir bien tomar la iniciativa para dejarlo (de hecho, una gran mayoría de pacientes va a dejar la medicación por su cuenta varias veces en su vida). 

Por eso, para que dicha iniciativa pueda llevarse a cabo de un modo prudente y efectivo, dejo aquí un breve apunte sobre...

Cómo dejar la medicación ( o reducirla al mínimo eficaz)


1. Nunca por tu cuentaLa psiquiatría incluye estados en que, por una emoción muy intensa, uno no es buen capitán de sí mismo. El sentido común se busca en común.


2. Imprime la hoja de psiquiatría en dos minutos, a modo de breve esquema diagnóstico.


3. Imprime lo de cómo tratar bien a cualquier paciente a modo de guía básica de enfoque terapéutico.


4. Imprime lo del librillo de psicofarmacología, a modo de complemento de lo anterior.


5. Vete a tu psiquiatra de confianza y dile serenamente: "me gustaría saber dónde estoy en el esquema diagnóstico" (le muestras el primer artículo), "y acercarme a esto" (la breve guía terapéutica), "usando lo mínimo de esto" (y le enseñas lo del librillo). 


6. Dale tiempo, dile que comprendes que le choque que un paciente le dé información escrita. Pero dile que comprenda que es lógico que te preocupes de tu salud, y que es prudente hacerlo yendo al medico. Dile que quieres ayudarle a que te ayude, con objeto de reducir todo lo posible los medicamentos que no sean imprescindibles. Si te dice que más bien sí,  pues poco a poco, al ritmo que veáis. 

7. Si te dice que más bien no, que de tu medicación ya se ocupa él "y punto", no te enfades. Estás ante un psiquiatra endiosado, pobre, no ha entendido el núcleo de su trabajo. Quizá, hijo de estos tiempos confusos, confunde aliviar con medicar, o autoridad con autoritarismo, o no ha desarrollado el buen arte de tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen... Pero eso nos puede pasar a todos alguna vez. Ya madurará. Dale la mano amablemente, y al salir, acércate al mostrador para pedir el impreso de cambio de psiquiatra...

1 comentario:

  1. He borrado sin querer un comentario. Agradezco en todo caso el tono del mismo y contestando a la invitación que me hace le digo que sí, he leído el libro de Dolores Mosquera que aprovecho para recomendar igualmente.

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