Que alguien me corrija si me equivoco, pero en mi experiencia, la psiquiatría es una de esas disciplinas en que el renombre es, casi indefectiblemente, inversamente proporcional a la calidad técnica y humana del profesional. Algunas de las meteduras de pata más grandes, en lo diagnóstico y en lo terapéutico (y mira que en psiquiatría casi todo sirve para casi todo) las he visto en pacientes que previamente habían gastado su buen dinero en acudir a un psiquiatra "famoso".
Imagino que, aplicando lo que explicaba en otra entrada, un psiquiatra "endiosado" pude llegar a jubilarse sin mayor problema viviendo de cobrar caro a:
1. aquellos pacientes tan inseguros que le aguantan lo que sea
2. aquellos pacientes tan narcisistas (con cuadros banales) que van sólo porque el rolls royce de su terapeuta hace juego con su collar de perlas o su pitillera de oro
3. aquellos pacientes desesperados que pagan las primeras consultas, y al cabo de un tiempo dejan de ir pensando que el problema son ellos, que ni el famoso doctor les puede curar
4. aquellos pacientes que, tras las primeras consultas, ven al caradura bajo el traje impecable, y se van malhumorados, pero sin nada concreto que denunciar
Si yo tuviese que ir a psiquiatra, buscaría el del Centro de Salud Mental que me tocase, y si no me convenciese, pediría otro del mismo CSM. Lo privado, en Psiquiatría, sólo puede justificarse por el hecho de que, un mismo psiquiatra, en el CSM nos tiene que ver en quince minutos, y en consulta privada puede estar una hora.
¿No?
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