(Recuerdo, en el contexto de una Unidad de Rehabilitación, pacientes con psicosis, internamientos involuntarios, duraciones de ingreso de 6-12 meses con excepciones justificadas...),
La lista de las cosas que hacemos y no ha pasado nada malo por ello (y mucho bueno) es...
Invitar al paciente a
que confeccione sus propios objetivos, y dar a dichas propuestas especial peso
Participar en
actividades deportivas mixtas profesionales-pacientes
Señalar en grupos de
psicoeducación aspectos controvertidos de la psiquiatría (discordancias
diagnósticas, efectos secundarios de los tratamientos, limitaciones de la red
asistencial…)
Comer en el comedor con
los pacientes
Creer por principio las
quejas somáticas del paciente y tratarlas análogamente a como lo haríamos en
contexto médico fuera del ámbito psiquiátrico, salvo evidencia firme de
simulación o síntoma psiquiátrico
Participar en
actuaciones musicales o festivas con los pacientes
Señalar como errores
los errores que el profesional cometa, y disculparse por ello
Recoger y dar curso a
las quejas de pacientes sobre trato poco ético por algún miembro del equipo,
sin situarse a priori
Usar el nombre de pila
del paciente
Permitir que el
paciente prepare su propio pastillero
Vestir de calle y sin
bata los facultativos
Tomar café en grupo de
pacientes y profesionales fuera del centro
Participar como
facultativos en salidas culturales o de ocio con pacientes
Señalar como modo de
presentación el nombre de pila propio
Uso recíproco del tuteo
Mostrar al paciente los
informes de que disponemos
Hacer explícito en el
momento y a posteriori ante el paciente que lamentamos cada contención o
privación de autonomía, informando de que se lleva a cabo como mal menor
Revelación a otro
profesional del correo electrónico o el número personal de móvil para que éste pueda
contactar con el terapeuta y resolver una duda puntual sobre pautas de un
paciente
Visitas al domicilio
del paciente programadas en equipo
Permitir contacto
esporádico o visitas de antiguos pacientes
Prestar pequeñas
cantidades de dinero puntualmente
Participar físicamente
en la contención de un paciente agitado
Cambiar el tratamiento
ante una sugerencia razonable del paciente
Participar en el
funeral de un paciente fallecido
Responder de modo veraz
a preguntas socialmente aceptables sobre vida personal
Prestar el brazo al
caminar cuando un paciente presenta dificultad motriz
Realizar entrevistas
informales o intervenciones psicoterapéuticas en lugares del centro diferentes
del despacho (jardín, sala de fumadores o pasillo sin otras personas cerca…)
Celebrar con una fiesta
ante los demás pacientes y el personal (regalo, música, discursos) las altas
terapéuticas
Para reducir sesgos, la lista acciones que de hecho no llevamos a cabo o nos parecen
francamente inadecuadas era:
Situarse
sistemáticamente del lado del paciente cuando señale quejas contra un miembro
del equipo
Entregar al paciente
llaves de paso del centro
Restar importancia al consumo
de tóxicos, con ejemplos de uso propio o en personas próximas
Realizar entrevistas
informales o intervenciones psicoterapéuticas fuera del centro
Préstamo o donación de
cantidades significativas de dinero a pacientes necesitados
Quedar con un paciente
fuera del horario de trabajo
Hacer autorrevelaciones
íntimas para propiciar sinceridad en la relación
Visitas al domicilio
del paciente no programadas
Disculparnos o
retractarnos de la aplicación de límites o contención
Revelación del correo
electrónico o el número personal de móvil para que el paciente pueda contactar
con el terapeuta
Golpear a un paciente
como modo de contener episodio de ansiedad
Acariciar a un paciente
como modo de aliviar un malestar o tristeza
Utilización de palabras malsonantes para conferir naturalidad
al trato
Uso de insultos como
estímulo ante pacientes apáticos
Uso de ropa e imagen
sexualmente atractivas para mejorar el vínculo terapéutico
Explicitar nuestro
duelo anticipado ante pacientes con alto riesgo suicida
Cuestionar de modo
global el tratamiento o la red de salud mental
Las acciones indudablemente adecuadas, para evitar el sesgo de que, por
contraste con la lista anterior, las de la primera lista se aprecien como
automáticamente indicadas son:
Saludar al paciente al
comenzar la entrevista
Responder a las
preguntas razonables que nos realiza aunque no figurasen en el plan de la
entrevista
Felicitar al paciente
por su cumpleaños
Identificarnos como
profesionales en la primera entrevista
Informar al paciente
del motivo de su ingreso y duración previsible
Informar al paciente
del tratamiento administrado
Pedir consentimiento
informado a pacientes civilmente capaces
Respetar las creencias
religiosas o políticas del paciente
Informar verazmente al
paciente de resultados patológicos en pruebas complementarias solicitadas
Expresar condolencias y
empatía ante acontecimientos dolorosos referidos por el paciente
Felicitar al paciente
ante acontecimientos favorables o logros positivos
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